No hay prisa. El polvo se diluye con la lluvia. En las calles florecen las sombrillas, los pasos apurados, los gatos que maúllan escondidos en las casas.
Los niños se escapan de sus madres. Brincan en los charcos cerrando los ojos. Zapatos, camisa y pantalón se estampan de lodo. Ríen; con la simpleza de hecho. El viento, la gente, las enfermedades; poco les importan. Han dejado que el mundo de vueltas y que sus rostros se limpien, como las plantas.
Ojalá y puedas salir a caminar en la lluvia.
Tuesday, July 12, 2005
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment