Poema de Saúl Ibargoyen poeta, narrador, periodista, traductor y amigo

LAPSIT EXILLA
(para Julio Ricci, in memoriam)
Sobre estas piedras
tomadas de cualquier calle
habrán de abrirse
los pasos extranjeros.
En cada suela de estos
esos aquellos pies
se acumulan sedimentos
de toses perdidas
y babas de gorriones enfermos
y lágrimas de caracoles condenados
y las migajas de un rostro
que no podremos contemplar
bajo ninguna lluvia.
Sobre cada pedazo de polvo
asentándose en estas piedras
daremos fundamento
a las letras y signos
y fechas y números que serán
la resta y la suma
de un silencio de dientes marchitos
de una sola y faltante figura
oliendo su sombra
entre las viejas playas.
Breve es cada ceniza
que forma los íntimos tejidos
de la hembra de la piedra.
El zapato extranjero
empieza a quebrarse
mientras abandona sus pasos
en los olores
de las mismas calles sin memoria.

Desde 1976 con tu poesía

Acapulco (de nuevo)

Voy al mar
a escuchar lo que los caracoles esconden
y sentir las caricias de brisa con arena
cuando el azul se impregne a mi piel
y descubrir la vida como una eternidad
de olas que se alejan y regresan.
Voy al mar.

Distancia eterna de 4 años

El país de los adultos

Ahora que eres capaz de dejarte oír con el susurro que da el respeto; eres capaz de sacar adelante tus libres y justas ideas; de llenar el mundo con vida al exponer tus puntos de vista; de equivocarte y de recapacitar solo.
Ahora que eres capaz de comprender lo que se puede alcanzar en la vida...
¡Realiza tus sueños!
Sarammiss, (Julio, 2001)

Lo que me deja leer a Schopenhauer

Terminé con Schopenhauer (o él terminó conmigo?)

Eliseo Diego 

Truculento trío

Tres tremendas traviesas
trinan truenes y trueques
trazan triángulos
traman travesías.
Tres tremendas tres.

SABIDURIA POPULAR

"Pa que quiero que me quiera
el que no quiero que me quiera,
si el que quiero que me quiera
no me quiere como quiero."
*Dicho dicho por la dichosa Mariana C.
Gracias, sabia Amiga!!!

De Edgar Gallardo

En la calle los niños persiguen a sus sombras. En las casas los ancianos miran al reloj hora tras hora. Las palomas murmuran el caer de la tarde. Yo busco tu rostro en mitad de mis letras.

¿Duermes? ¿Tienes frió?

Esperaré la respuesta en la misma silla donde me encontró la nostalgia.

Att Edgar Gallardo

¡Gracias Edgar!
Un regalo estupendo ...
Buscaré la silla, Sara

Miércoles I

Mañana será miércoles
desaparecerás
dejando húmedas y vacías
mis entrañas.

Mañana será miércoles
de luna llena y
vapor en las pestañas,
de pálido anochecer
sin tu imagen en mi vientre.

Mañana será miércoles
y la sombra de tus manos
habrá desaparecido,
como tantas sombras,
como tantas manos,
como tantos miércoles.

Sarahari

El extraño retorno de Sarahari

Sarahari empezó a desaparecer, bien lo saben, un miércoles del siglo pasado; poco a poco en la colonia Educación aceptó el silencio y cerró los ojos; años más tarde, en el exilio, inconstante y temerosa del amanecer emprendió el camino de regreso. Hoy, a casi 8 años, el regreso no ha sido contundente, pero si gratificante. Sarahari ha vuelto, la misma que nerviosa rie, la misma que busca, que intenta y que juega.