Mientras Odiseo (Ulises) se entretiene luchando contra lestrigones y cíclopes, Penélope, su querida esposa teje un tapetito con la consigna de que cuando termine escogerá nuevo marido de entre los cientos de reyes que la esperan en el jardín de su palacio.
Penélope ya está en Ítaca, Odiseo trata de llegar.
Yo creí que era Penélope, porque es mujer, porque desde niña sé tejer. Pero no, soy Odiseo, en la odisea de una vida real, sin Dioses que ayuden, (sólo Poseidón haciendo travesuras); soy Odiseo enfrentándome a monstruos, buscando mi Ítaca, mi reino, mi lugar.
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