Ohiyama
Cara a cara ante el destino
Ohiyama ya no significa para siempre
y un adiós se diluye en el eco que transforma noches
noches sin atardeceres previos, todo es gris,
de un gris que inunda las venas
que llega al cotidiano latido asfixiado con culpas
gris, pero vivo.
Cara a cara ante el destino
apareces en sueños para no dejarme olvidar
un ayer de esperanzas terminadas
y recuerdos convertidos en quimera.
Ilusiones expuestas en una enfermedad llamada
“eterna insolencia en el alma”
Cara a cara ante el destino
tu vida se desvanece en un instante de mi exilio.
son ojos consagrados a la lluvia
donde el adiós ya no es un mito.
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